Si esperas que la última cumbre del clima de París salvará al mundo, te vas a decepcionar. Para los gobiernos, el clima es secundario. Pero los activistas todavía tienen mucho que hacer en cuanto a avergonzar políticos, empresarios e inversores.
El cambio climático está atacando a los más desfavorecidos y es necesario detenerlo.
La responsabilidad de la crisis climática recae sobre los ricos, cuyo consumo y codicia nos ha conducido al desastre. Esto lo convierte en un problema de justicia social y económica.
Algunos grupos consideran que la cumbre de París es la respuesta. […]
Un reciente editorial del periódico The Guardian afirma, “es la última y mejor oportunidad del mundo” para combatir el cambio climático.